jueves, 3 de marzo de 2011

3:59 pm

Lo siento, alguien me gano en concluir lo que pienso de lo que el mundo piensa sobre mi, "existen soledades incomprendidas que el mundo tacha de infelices"
En todo caso jamas se trato de infelicidad, se trata de que esas personas aprendimos de la vida, del andar, del granizo. Que bajo una sombrilla se camina mejor de a uno, que caminar abrazando a alguien tiene su ciencia, que me transpira la mano si sostengo otra por demasiado tiempo, como me transpira la soledad cuando amaneces muy seguido a mi lado y que al amanecer de cada día el único que me garantiza estadía es un cenicero a tope que es el testigo de mi guitarra.

Soy feliz porque un día sin que te dieras cuenta me quede atrapado en la tentación de Dalí, me quede tras aquel caballo y ese peculiar cuasi obelisco ambulante, me perdí en mi, en mi mismo.

Yo soy de los que se queda un rato, de los que le bota ganas al aire y a el tenue nivel de fragancia a ti que queda cuando estas a cierta distancia de mis querendones, soy quien te quiere en silencio y no le va a robar el misterio a el encanto que te rodea, porque lo eres todo y a la vez yo también, aunque "juntos" en esta realidad tirana aun no sea parte de mi disléxico andar y mi corazón se quiera saltar el momento en el que tu saludo coincide con un latido de mi corazon

Soledad y yo somos felices. lo soy todo para mi y eres bienvenida hasta las 4:43

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